La noche seguía su curso, pero a ti te parecía eterna. George te envolvía con su cuerpo y podías sentir su corazón latiendo rápido. Sin embargo sus suspiros eran lentos y pausados. Se confesaron mutuamente su amor varias veces. Las horas pasaron, y ambos se durmieron. Descansaste tu cabeza sobre su pecho, y su respiración te arrulló hasta la mañana siguiente.
Despertaste sola en la amplia cama, estabas acostumbrada a que el lo hiciera primero. Era bastante sigiloso, pensaste, ya que nunca lo sentías levantarse primero. Te cepillaste los dientes y te pusiste su camisa.
George estaba en el sillón viendo la tele. Sobre la mecita había una bandeja con té y galletas.
"Ya despertaste, mi bella durmiente" dijo poniendose de pie. Se acercó a ti y te besó apasionadamente. "Amo verte usando mi ropa..." era demasiado sexy.
"Hola mi amor, siempre tan atento" y te sentaste en el sillón junto a el. Desayunaron tranquilos mirando la televisión. Estaban pasando un especial de bandas, pero ninguna de las que conocieras. George te explicaba de estilos de música, de notas y demás, sabía muchas cosas. Te contó que probablemente viajaran fuera del país, era un proyecto de John para hacerse más conocidos, pero debían encontrar un manager. En un momento George tosió, y tomó algo de detrás del almohadón donde estaba sentado.
"Sabes, se que ya empiezas la universidad, y quizá nos veamos un poco menos..." sus mirada te atravezaba. "Pero tengo algo para que me recuerdes" y sacó un pequeño paquete prolijamente envuelto en papel rosado.
"Ábrelo" sonrió pícaramente. Rompiste el papel, no te imaginabas lo que era. Era un pequeño portaretratos de madera, con la foto que se habían tomado besándose en la casa de George.
"Ay Geo... es hermoso" te emocionaste.
"No es nada, solo quería que me tuvieras presente cuando no puedas verme..."
"Mi amor, sabes que pienso en ti en todo momento"
Se reclinó sobre ti y te besó nuevamente. Esta vez fue un beso tierno. Abriste los ojos apenas, y viste los suyos cerrados, con sus largas pestañas. Se sentó y buscó en su bolsillo.
"Sabes princesa, todavía falta un regalo."
"¿Otro regalo? No tenías que molestarte amor"
Sacó de su camisa otra cajita pequeña. Pensaste que era imposible...
"Mi amor, te amo muchisimo y lo sabes... por eso preparé esta sorpresa..."
"Ay... George... pero..." el corazón te latía a mil.
"Descuida, sabemos que es muy pronto para eso... pero es algo especial que quiero que tengas".
Te paso la cajita, la cual abriste con sumo cuidate. Dentro había un relicario con una fina cadena, en forma de corazón. Lo abriste, y dentro había una foto tuya, y una de el. Lucía perfecto, muy delicado, y del otro lado una fecha labrada. No la recordabas.
"George, lo más hermoso que jamás me dieron. Nunca me lo quitaré"
"Ese es mi corazón, dentro estamos tu y yo juntos. Tu solo debes cuidarlo" se sonrojó levemente. Moriste de ternura.
"Geo... no entiendo esta fecha", era de un par de meses antes.
"Yo la recuerdo perfectamente. Fue el primer día que tus ojos se encontraron con los mios. La primera vez que te ví, y que quise que fueras mía."
No te contuviste y lo besaste como en las películas. El te abrazó cerca de el, con fuerza. Te colocó el colgante, haciendote cosquillas en el cuello con las yemas de sus dedos.
"Te amo (tn), ya esas palabras me quedan chicas" sus ojos se veían sinceros.
Pasaron el resto de la tarde allí, era como un nidito de amor. Te imaginabas en algún futuro viviendo con el. Conversaron de sus más grandes secretos, se entendían mejor que nadie, rieron y hasta cantaron juntos. George te mostró su canción I need You, aunque te dijo que le faltaban algunos ajustes. A tí te apreció perfecta.
Comenzó a atardecer, y George se alcanzó hasta tu casa. Prometieron hablarse al dia siguiente, ya que el lunes comenzabas las clases. Te despediste de el en el auto, a unos metros de tu entrada. No querías dejarlo ir. Entraste a tu casa como si nada, tus padres te preguntaron como la habías pasado con Ellen. Obviamente les dijiste que muy bien, pero sin entrar en demasiados detalles. Entraste a tu habitación y tomaste un largo baño. Sentiste el relicario colgando de tu cuello, y no dejabas de pensar en George un solo segundo. Lamentabas haber lavado su dulce aroma de ti, pero ya no te lo podías olvidar. Decidiste no cenar, y te quedaste en tu habitación. Tomaste el portarretratos de tu bolso, y lo pusiste en tu mesa de luz, junto a tu cama.
Esa noche tu madre subió a darte las buenas noches.
"Me alegro que la hayas pasado bien con Ellen hija, sinceramente me parece una buena muchacha."
"Ah, si, ella es fantástica mamá" te sentías aliviada de que no sospechara nada.
"¿Y viste a George anoche?" dijo pícara.
"Ehm... si, nos cruzamos con los muchachos anoche" notaste que vió la foto en tu mesita. La tomó y la observó detenidamente.
"Lucen tan tiernos, como cuando tu padre y yo eramos adolescentes" suspiró.
"Ay mamá, no esas historias de nuevo..."
"Bueno, se ve que el te quiere sinceramente, y te cuida. Hoy te ha traído sana y salva..." te miró de reojo. No sabías como se había enterado. "Descuida, tu padre no lo sabe. Será nuestro secreto, se que eres responsable. Yo hacía lo mismo cuando era adolescente."
Te abrazó fuerte, y te despidió hasta el dia siguiente.
El domingo amaneció soleado y cálido. Desayunaste, tomaste un baño y te vestiste. Pensaste en pasar a visitar a Ellen de sorpresa, asi que saliste, compraste algo para merendar y te dirijiste a su casa. Doblaste en una esquina y reconociste la calle de Ringo, de hecho, pudiste ver su casa a unos metros. De repente recordaste lo que había pasado esa noche en el altillo... hacía días que no lo veías, pero no querías pasar, quizá malinterpretaría las cosas.
Llegaste donde Ellen y tocaste el timbre. Ella salió a abrir y te avalanzaste sobre sus brazos.
"¡Amiga!" dijo super feliz. "¡Tienes que contarmelo todo!"
Entraron y subieron a su habitación. Le contaste lo romántico que era George, y lo bien que la habían pasado, y le mostraste el relicario que te había regalado.
"Aww... es demaciado dulce (tn)".
Charlaron un rato y decidieron ir a merendar al parque, ya que la tarde estaba hermosa y querían aprovecharla.
Caminaron calle abajo y llegaron. Buscaron un lugar cerca del agua para estar mas tranquilas, aunque había bastante gente. Se sentaron en una manta que Ellen había preparado, el sol daba sobre el agua y llenaba todo de destellos. Ella te contó que John era bastante romántico tambien, que la llamaba todas las noches, le regalaba flores y poemas.
Alguien se acercó sigilosamente y las asustó tocándoles la espalda. Era Paul.
"Disculpen" no podía contener la risa. "No pude resistirme".
"Vaya si eres chiquillo, eh" dijo Ellen riendo tambien.
Ringo estaba con el. Ambos se sentaron juntos a ustedes, por suerte Paul estaba entre tu y Ringo. Ambos lucían bastante felices.
"Y díganme, ¿qué se traen entre manos?" Ellen arqueó sus cejas.
"Mmm... pues nada. Solo paseabamos. ¡Ah! Emily me llamó más temprano, y estará aquí mañana, así que podré verla. Y es más que seguro que venga con Amanda por unos días..." y codeó a Ringo, quién esbozó una tonta sonrisota.
"Wow, qué... genial" Ellen trató de no sonar obvia. "Seguro nos estaremos viendo. Nosotras empezamos la universidad mañana, asi que estaremos un poco ocupadas. Pero los fines de semana son del grupo, jaja"
Paul y ella siguieron hablando. Ringo y tu solo estaban en silencio. El contemplaba el lago y jugaba con una ramita de pasto. Lo miraste furtivamente un par de veces, sin que el lo notara. Su pelo era apenas despeinado por la brisa, lucía muy bien con una camisa negra...
"Hey, ¿qué dices? ¿quieres?" te preguntó Ellen. No sabías de lo que te estaba hablando.
"¿Eh? Disculpa..."
"Si, estás distraída amiga" y te palmeó el hombro. "Si quieres que Paul y yo vayamos por un par de helados rápido."
"Ah, si, de acuerdo." Ringo también aceptó.
Ambos quedaron solos, a unos centímetros de distancia. No sabías qué decir...
"¿Cómo estás (tn)?" al fin habló. El silencio era tenso.
"Muy bien Richard, ¿Y tú?" trataste de sonar neutral.
"¿Richard? Nunca me dices Richard." sonó extrañado. "Bien, estoy muy bien..."
"Espero no te moleste, me gusta tu nombre, pero puedo... eh... Si quieres puedo seguir diciendote Ringo..." empezaste a titubear.
"Dime como más te guste bonita..." se había acercado a ti, y murmurado en tu oído. Un escalofrío recorrió todo tu cuerpo. Sentiste su respiración en tu cuello.
"Ah... este..." sus labios estaban demasiado cerca de tu piel. Los acercó aún más y te rozó por un par de segundos...
Como si nada volvió a acomodarse en su lugar, sin mirarte. Momentos después Paul y Ellen estaban de regreso con los helados. Ambos actuaron como si nada, Ringo ya dominaba esa técnica.
Charlaron un poco más, ambos estaban entusiasmados por la llegada de las muchachas. Ustedes hablaron brevemente de John y George. Ringo seguía actuando como si nada, incluso se alegró al escuchar lo bien que estabas con tu novio. Comenzó a oscurecer y tu debías pasar a buscar tu paga por la heladería. El dueño te agradeció amablemente lo bien que habías trabajado, y que tendrías el puesto para cuando quisieras volver. Los muchachos las acompañaros hasta el vecindario, y cada uno regresó a su casa. Ringo se despidió de tu con un apretón de manos. Aunque fue algo fuerte, el ni siquiera te miró a los ojos. Al día siguiente era tu primer día, asi que debías levantarte temprano.
Cenaste algo ligero, y te fuiste a la cama. Pensabas en el nuevo Ringo, pero lo bloqueaste. No querías que siguiera confundiendote, no querías que juagara contigo. De todos modos, eran solo avances de el, tu no hacías nada. Esperabas que George no se molestara... no, lo haría. Tú no tenías la culpa de nada.
El despertador sonó, y te levantaste automáticamente. Te recordaba a tus días de trabajo. Desayunaste rápido y partiste a la universidad. Como quedaba un poco lejos de tu casa, tomaste el autobus. Ellen ya estaba cuando subiste, y fuiste con ella. Llegaron juntas, pero ella fue hacia otra dirección, no estudiaba lo mismo que tú. Te costó un poco encontrar el aula de tu primer clase, pero llegaste. No conocías a nadie, había tanto chicos como muchachas. Tomaste un asiento cerca de la ventana. El profesor llegó unos minutos después, e hizo una introducción sobre la asignatura. Tomaste un par de apuntes.
Comenzó a dictar un trabajo para hacer en clase, el cual debía hacerse de a pares. No conocías a nadie...
"Hey, ¿quieres hacer el trabajo conmigo?" dijo la chica sentada en el pupitre a tu derecha. Era castaña oscura, de cabello lacio y ojos muy expresivos.
"Oh, de acuerdo" le sonreíste. Ella te devolvió la sonrisa. "Me llamo (tn), ¿Y tú?"
"Yo me llamo Miranda."
Hicieron todo el trabajo juntas, y terminaron bastante rápido. Lo leyeron en voz alta y el profesor las felicitó. Miranda parecía muy simpática, y se dieron cuenta de que compartían la mayoría de las clases juntas. Hablaste con ella, y tenían muchas cosas en común, seguro iban a llevarse muy bien. Te recordaba a Ellen en muchas cosas, se notaba que tenía carácter. Te alegraste de que ya no estarías tan sola. Las clases finalmente llegaron a su fin, y ambas volvieron en el mismo bus. Se encontraron con Ellen, y se presentaron. Si bien Liverpool era chico, no se conocían. Miranda vivía al otro lado de la ciudad.
Ellen y tu bajaron juntas, y cada una se dirigió a su casa. Mañana sería otro día de clases, y estaban cansadas y con trabajo para hacer.
Llegaste a casa y subiste a tu habitación. Mientras hacías tus deberes, tomaste la foto de George y tu y te quedaste mirandola embobada. Realmente lo extrañabas, y recordaste que no habías hablado con el. Bajaste y lo llamaste a su casa. La señora Harrison contestó el teléfono, y te saludó animadamente. Te invitó a que fueras a visitarlos cuando quisieras, y te pasó con el.
"¿Hola..?" era su voz.
"Hola, ¿George?"
"Hola princesa, estaba a punto de llamarte..." escucharlo te tranquilizó.
Le contaste de tu primer día, de la nueva chica que habías conocido, y que lo extrañabas muchisimo. El te dijo que John había conseguido un manager para la banda, y que al día siguiente irían a conocerlo. Te alegraste por ellos, ya se estaban constituyendo como una banda seria. Hablaron cerca de una hora, y ya era bastante tarde. Te despediste de el, y volviste a tu trabajo. Terminaste, estabas bastante cansada, así que cenaste y te fuiste a la cama. Imagenes de todo el día cruzaban tu cabeza... incluso pensaste en Ringo de nuevo... pero George llegó e invadió todo tu pensamiento. Recordaste sus dulces palabras, sus besos, querías verlo cuanto antes...
Continuará...
5 de septiembre de 2010, 23:10
awwww!!
amoo tu novela!
apenas ayer emepeze a leerla xD
pero desde que termine de leer el primer capitulo supe que era la mejor que habia leido, de vdd tienes mucho talento para escribir n.n!!
solo que aww u.u! todo es muy triste porque yo quisiera quedarme con Ringo ):
y cada vez que ella lo rechaza me duele mas a mi que a Ringo xDD!
oh deberia decir que YO lo rechazo .__.?
bueno si xD
quisiera que fuera asi pero lo dudo mucho xD!
de todos modos tu nove es genial n_n!
amm bueno ya ya me voy xD
que estes muy bien y sigue subiendo caps n.n!
Byeee'♥
6 de septiembre de 2010, 19:48
Mmm... no decidí todavía con quién "te vas a quedar" jeje, pero estoy pensando en varias cosas con Ringo... y con George obvio, que se irán viendo. Esta semana estuve con poca inspiración, pero prometo no dejar colgada la nove.
Muchísimas gracias por pasarte Sofi, besitos :)
14 de septiembre de 2010, 14:04
aww no has escrito D: que ocurre? u_u
14 de septiembre de 2010, 17:36
Piedad!!! nesesito otro capitulo!!
16 de septiembre de 2010, 18:24
Ahiii lo subiiii !!
Disculpen que tardé, es que anduve super cargada de cosas para hacer :/ ya subiré más seguido como antes !!
16 de septiembre de 2010, 18:48
hahaha soy tu fan!!! escribe super padre!!
20 de diciembre de 2010, 10:48
che no has subido desde septiembre!(?
porque si es magnifica tu novela!! :D
por favor no la dejes colgada ^^) <3
18 de julio de 2011, 9:08
AAAAA me mueroooooooo ese ringo *-* y george (babababa)