Capítulo 6

"¿Aló?"
"Ho... Hola, buenas noches, ¿Se encontraría George?"
"Si, soy yo, buenas noches, ¿Quién habla?"
"Soy (tn), encontré tu número en el bolsillo de tu abrigo, y quería preguntarte si querías pasar a buscarlo, estoy en casa ahora"
"Mmm... tengo una idea mejor. Mis padres estan de viaje por unos días, y mis hermanos no están en casa. Si quieres, puedes venir a traermelo, y de paso quedarte a cenar"
No podías creer lo que escuchabas ¡George te estaba invitando a cenar a su casa! Eran ya las 8 de la noche, y dudabas que tus padres fueran a dejarte ir a lo de un muchacho que no conocían, así que le pediste a George si podía pasar a buscarte por tu casa, de todos modos no sabías dónde vivía.
"De acuerdo, no hay problema, me presentaré ante tus padres jaja, verán que mis intenciones son buenas"
"Ay George, no es una cita, solo iré a visitarte un rato..." en el fondo no lo setías como solo una simple visita.
"Bueno querida... amiga... entonces pasaré por tí en unos minutos". En unos minutos. ¡En unos minutos! ¡No estabas lista! Corriste al armario y elegiste lo mejor que encontraste. Te pusiste una falda lisa y una camisa verde. No era lo más elegante que tenías, pero el tiempo apremiaba. Te peinaste, delineaste los ojos y te pusiste algo de brillo en los labios. Sonó el timbre. Bajaste corriendo.
Abriste la puerta, y allí estaba el. La luz de tu entrada le daba de lleno. No vestía de traje como la última vez que lo viste, sino que tenía una camisa escocesa en tonos rojos, y unos jeans. Si bien era delgado, era muy guapo. La brisa nocturna despeinaba su cabelo... Se veía genial, pensaste. Poco a poco te dabas cuenta de que te gustaba este muchacho.
"¡Hola! Pasa, mis padres están en el comedor"
"Con permiso..."
"Mamá, papá, este es George, un amigo de aquí del vecindario, vino a buscar un abrigo que me había prestado la otra noche que salí, y me invitó a cenar a su casa". Rogabas que dijeran que sí.
"Buenas noches señor y señora, mi nombre es George Harrison, vivo aquí a cuatro cuadras, y quería invitar a su hija a cenar y ver una película", se lo notaba tenso.
Para tu sorpresa tus padres aceptaron, y George prometió traerte a casa a las 12. Luego salieron de tu casa y comenzaron a caminar en dirección al Norte, tu no sabías exactamente donde quedaba la casa de George. 
"Conque debo traerte de nuevo a las 12... Eres toda una Cenicienta" dijo con tono irónico.
"Nada más lejos que eso George..." dijiste con sinceridad.
"No me vengas con falsa humildad. Sí que eres una princesa. Eres distinta a todas las chicas de por aquí". Morías de verguenza y de felicidad al mismo tiempo. A tí George también te parecía distinto a todos los muchachos que conocías.
Efectivamente caminaron cuatro cuadras y llegaron a una casa con frente de ladrillos. Tenía unos canteros con flores coloridas en el frente. Se veía muy cómoda y cálida.
"Bienvenida a mi humilde morada, madame" dijo, tomandote de la mano y acompañandote a entrar. Sentías como las mariposas revoloteaban nerviosas en tu estómago. Se quitaron los abrigos, George fue hacia la cocina y tu lo seguiste. Te sentaste en una de las banquetas del desayunador, y el se colocó un delantal de cocina con patitos. Se veía demasiado adorable.
"¿Qué haces con eso?" le dijiste risueña.
"Trato de lucir profesional" dijo el serio."Debo confesar que es la primera vez que hago esta receta". 
Sabías que lo iba a hacer a la perfección, era un muchacho hábil. Lo miraste cocinar, y hablaron de sus vidas. Él te contó sobre sus padres y sus hermanos, tú de los tuyos, de sus amigos, de las cosas que le gustaban hacer, y demás. Tenían mucho en común. Ayudaste a poner la mesa, y se sentaron a comer. Siguieron hablando durante toda la comida. El miraba fijamente tus ojos, a tí te ponía nerviosa, pero te encanta la idea de estar con el ahí, los dos solos...
Luego de la comida se sentaron en el sillón a ver una película. Había una mínima distancia entre los dos, y conforme avanzaba el tiempo, George se iba acomodando cada vez más cerca tuyo... Luego te rodeó con su brazo, y tu casi explotas de emoción. En un momento el tomó tu mano, por dentro temblabas.
"Sabes... la estoy pasando muy bien (tn)" murmuró en tu oido. Casi te desmayas.
"Yo tambien George" trataste de sonar segura.
El comenzó a acercar su rostro al tuyo, cuando sin querer viste la hora en tu reloj. Las doce menos diez ¡Tus padres iban a matarte! Te sentaste derecha, le dijiste a George que hora era, y que debías volver a casa. Tomaste tus cosas, y salieron. Caminaron las cuatro cuadras rápidamente, casi ni hablaron. Llegaron a tu puerta.
"Disculpa por haberte hecho venir tan rápido, de veras la estaba pasando muy bien, pero es que no quiero que mis padres se enojen conmigo y no me dejen salir de nuevo", te sentías tonta.
"Descuida, entiendo, ya es tarde. Pero, es que..."
"¿Qué sucede?" odiabas tener que despedirte así, después de la hermosa noche que habían pasado.
"Es que, bueno, a decir verdad, yo dejé mi teléfono en ese papel adrede. Lo dejé en el bolsillo con esperanzas de que lo encontraras, de que me llamaras e invitarte a casa"
"Ah... bueno..."
"Espera, si, es que, me caes muy bien (tn), aunque a penas te conosca. En serio eres diferente, supe desde que te vi que quería estar contigo. Yo sé muy bien lo que quiero, y no me voy a sentar a esperar que alguien más se lo lleve ¡Ah! y olvidé darte algo"
"¿Qué?"
Y antes de que pudieras reaccionar, se acercó a ti, te tomó por la cintura y te besó de lleno en los labios. Fue mágico, nunca te habían besado de ese modo. Fue un beso suave, que se fue tornando apasionado, el acariciaba suavemente tu cintura y tu cabello. Pasabas tus dedos por su cuello y su suave pelo oscuro...
Fue un instante que duró horas, las mariposas se agolpaban dentro tuyo. Hasta que se soltaron.
"Adios, mi princesita, no quiero que tus padres se enfaden conmigo"
No pudiste ni emitir palabra. Entraste y sigilosamente subiste a tu habitación. Flotabas como en un sueño, un sueño del que no querías despertar...


Continuará...

Capítulo 5

Ese mediodía despertaste llena de energía. La chaqueta de George reposaba sobre la silla junto a tu cama. La miraste, sonreíste recordando esa noche y bajaste a almorzar. 
Estabas mirando la tele cuando suena el teléfono. Te apresuraste a atender... quizá era él diciendo que pasaría a buscar su abrigo, pero recordaste que no le habías dado tu teléfono.
"¿Hola?"
"¿Hola, (tn)? Soy Ellen, oye, en la heladería sobre Penny Lane están buscando empleada para lo que queda del verano... ¿Quieres ir a presentarte?"
"Ah Ellen, muchas gracias por acordarte, de acuerdo, nos vemos en 20 minutos". 
Estabas feliz, finalmente podrías ahorrar algo de dinero antes de comenzar las clases en la universidad de Liverpool. Según tu papá ahí dictaban la carrera que querías estudiar.
Saliste con Ellen hacia Penny Lane, ella estaba eufórica. Te contó que la noche anterior, cuando John la acompañó, la tomó de la mano todo el camino, y al llegar a su puerta la besó tiernamente en los labios. Te pusiste muy feliz por ella, Ellen se lo merecía.
Entraste a la heladería y el dueño te preguntó tu edad, pidió tus datos, te comentó brevemente que el trabajo consistía en servir los helados y alcanzarselos a los clientes detrás del mostrador. Parecía sencillo. Dijeron que llamarían a tu casa.
Saliste muy contenta y bastante conforme. Como tenías la tarde libre fuiste con Ellen al parque. Empezaron a caminar y escucharon un golpeteo y unas voces. Se fueron acercando al lago, y detrás de un árbol vieron a John y a Ringo, quien estaba golpeando el suelo con unas baquetas. Ellen se sonrojó.
"Ho... hola" dijo, torpemente.
"Pero qué ven mis ojos... las dos muchachas más hermosas de Liverpool" dijo John divertido. Ellen rió.
"Hola chicas, ¿Cómo están?" preguntó Ringo. Una sonrisa iluminó su rostro. Sus ojos azules brillaban mucho más a la luz del día.
"Muy bien" dijiste, no podías evitar perderte en esas hondas piscinas azules...
"No quiero ser descortez, pero necesito hablar seriamente con Ellen, si nos disculpan" dijo John en tono serio. Tomó a Ellen del brazo y se caminaron hacia unos árboles cercanos. Tu quedaste sola con Ringo. Te sentaste a su lado. El seguía sacando ritmos con sus baquetas. A ti te parecía lindo. Si bien era más pequeño que George, su cuerpo estaba muy bien proporcionado. Vestía una camisa blanca y pantalones marrones. Miraba fijamente al agua. Parecía un niño pequeño.
"Entonces..." dijo tímidamente, "¿Cuántos años tienes (tn)?"
"Diecinueve... ¿y ustedes?"
"¿Nosotros? Si estoy yo solo..."
"Oh, disculpa... tiendo a pensar en ustedes como conjunto, jaja"
"Descuida, suele suceder. Nos vestimos parecido jaja. Yo tengo 23, John y Paul 22 y George tiene 21"
"Somos cercanos en edad". El silenció reinó por unos instantes.
"Por cierto, ¿Llegaste bien a tu casa anoche?"
"Si, muy bien, gracias. Eso me recuerda, debo devolverle su chaqueta a George. Fue muy caballero al prestarmela". Ringo miraba al piso. Lucía cabizbajo, como la noche anterior en el pub. En ese momento regresan John y Ellen. Era obvio que no habían ido a hablar, estaban despeinados y con la ropa arrugada. Reíste por dentro debido a su obviedad, pero nadie dijo nada. Saludaron amablemente y se fueron. Desde luego Ellen se jactaba de lo amoroso que estaba John con ella, y dijo algo que te dejó pensando. Al parecer John no solo se fue con ella para "estar solos", sino para dejarlos solos a Ringo y a ti tambien. Te sonó por demás extraño, si no habían hablado de nada importante...
Esa noche llegaste a casa y, al entrar a tu pieza, volviste a tomar la chaqueta de George. Te la pusiste y te miraste en tu espejo. Metiste las manos en sus bolsillos. Encontraste un papel, lo tomaste y desdoblaste. Decía:

Por si acaso, este es mi teléfono.

No podías creerlo, lo tenía todo planeado. Bajaste al comedor, y nerviosa marcaste el número.
"¿Aló?"


Continuará...

Capítulo 4

1:07 Publicado por Pia 4 comentarios
Entraron a un pequeño pub justo cruzando la calle. Los cuatro beatles iban delante, luego Joe y Sally, y Ellen y tu iban del brazo. El lugar estaba iluminado de color rojo, no estaba tan lleno. A penas entraron los cuatro músicos comenzó a llenarse, entonces Paul le hizo una seña al encargado de la puerta, y esta fue cerrada. "Deben ser realmente famosos aquí" pensaste.
Ellen dejó sus cosas en una mesa cercana, tu la seguiste, Sally y Joe se sentaron ahi mismo. Música movida estaba sonando, los cuatro beatles corrieron a la pista de baile. Ellen te tomó de la mano y te llevó con ellos. Bailaron los seis en un circulo. En un momento John saca a bailar a Ellen, su rostro se iluminó.
Tu quedaste sola. Te morías de nervios, pensabas que te veías tonta bailando tu sola. Hasta que sentiste una calida mano sobre la tuya. Miraste a un costado, era uno de los cuatro muchachos.
"Oye, no te quedes sola, ¿bailas conmigo?"
"Oh... de acuerdo", te sentías muy nerviosa.
"Sabes, mi color favorito es el azul...". Dijo el muchacho risueño.
"Ah... ¿por qué lo dices?" dijiste, algo confundida.
"Por tu vestido, te queda muy bonito".
"Ay, gracias... ¿tu nombre era...?"
"George, George Harrison, a sus servicios. ¿El suyo, madame?"
"Yo soy (tn). El concierto estuvo genial"
"(tn), interesante nombre. No eres de por aquí por lo que oí, además, nunca te había visto. Seguro recordaría tu rostro, es un pueblo pequeño. Y hemos sonado mejor, faltaba afinación"
"Si, llegué aquí ayer. No percibí lo desafinado, fue mi... mi primer concierto"
"Wow, con que el primero ¿eh?, bueno, volverás a vernos supongo"
"Desde luego"
Bailaron largo rato. Luego John y Ellen se soltaron, y tu y George tambien, bailaron por separado, y luego de un rato Ellen te pide que la acompañes al tocador. Entraste casi siendo arrastrada, Ellen lucía nerviosa.
"Ay (tn)" dijo casi desfalleciendo; "Es tan hermoso, tan inteligente, ¡tan todo! Dios mio que hombre, me dijo que me acompañaría hasta casa... espero Joe no tenga problema... por cierto, te vi bailando con George, el tambien es muy simpatico, ¿no crees?" dijo con una mirada cómplice.
"Ah... si, lo es." solo pensabas que ibas a tener que volverte sola a casa, no querías incomodar a Joe y a Sally. "Si, parece buen chico".
Salieron del baño y los muchachos seguían bailando. Menos George, el estaba sentado en la barra bebiendo un trago. Joe y Sally estaban besandose en el rincón de aquella mesa. Ellen y tu no quisieron ir a incomodarlos, asi que tomaron otra mesa. Ellen seguía hablandote de John, de como la miraba, de sus chistes. Luego se paró para seguir bailando con el. Te quedaste sola. Comenzaste a extrañar a tus amigos... a tu hogar.
De repente, alguien se sienta frente a ti.
"¿Por qué tan sola?¿(tn) era tu nombre?"
"Si, soy (tn). Tu eres Ringo, ¿verdad?"
"Si, exactamente. Te ves aburrida"
"Ay no, en serio me estoy divirtiendo, pero veo que Ellen lo está haciendo aún más..."
"Ah, si, se le nota a la legua. Espero John no se porte como un patán... suele ser muy... tu sabes"
"Jaja, no quiero hacer juicios apresurados..."
Miraste hacia la barra. George te guiñó un ojo y te hizo señas de que fueras hacia el. Te excusaste con Ringo y fuiste hacia allá. 
"¿Quisieras un trago (tn)?"
"Uy es que, no estoy acostumbrada a tomar... eligeme algo tú"
"Mmm... para una jovencita tan delicada... ¿un Cosmopolitan?"
"Jaja, de acuerdo"
Bebiste lentamente el trago, George no te sacaba los ojos de encima. Eso ya no te ponía nerviosa, aunque su mirada si que era penetrante. 
"¿De qué hablabas con Ringo?"
"Oh, emm... de nada"
"Disculpame, es que... bueno, como tu estabas bailando conmigo y... Ringo suele... ah, no me hagas caso."
Miraste hacia un lado y John y Ellen bailaban un lento. George te miró, volvió a tomar tu mano y dijo "¿Me concederías esta pieza?" Aceptaste algo nerviosa, nunca habías bailado un lento...
George puso tus brazos en su cuello, y tomó delicadamente tu cintura. No dijeron nada. Miraste hacia la mesa donde estaba Ringo, algo cabizbajo, mientras Paul le hablaba seriamente de algo que no podías escuchar.
Estaba casi amaneciendo y la gente se comenzaba a ir. Ellen tomó su abrigo y salió del brazo con John. "Adios (tn), te llamo mañana", dijo al pasar, con una gran sonrisa. Joe y Sally seguían muy acaramelados en ese rincón. Fuiste hacia ellos, los muchachos te siguieron.
"Eh... chicos, ¿ustedes quieren quedarse?" Esperabas que pudieran cuanto menos alcanzarte unas cuadras.
"Ay (tn), emm... queríamos ir al parque a ver el amanecer, pero... podríamos llevarte primero, no hay problema..." dijo Sally.
"¿De qué estás hablando? ¿Y cortar el romance? Descuida, yo la llevaré a casa sana y salva" dijo George, arqueando sus cejas.
"George al rescate ¿eh?" dijo Paul con una sonrisa socarrona.
"¿Qué dices (tn)? Vamos, no muerdo", ese comentario te puso aún más nerviosa. Pero por no ser descortez aceptaste. Saludaste a Paul y a Ringo, tomaste tu abrigo y saliste con George tras de ti.
"Todavía no soy lo suficientemente famoso para tener un auto... uso el de mi padre ocasionalmente, jaja, asi que lamento que tendremos que ir caminando"
"No hay problema... me gusta caminar". El aire de la mañana estaba más frio de lo que pensabas, asi que cruzaste tus brazos, tu abrigo era muy fino.
"Oye, se ve que tienes frio, ¿Quieres mi abrigo?", ofreció George con voz tierna. Lo aceptaste con gusto. De repente ya no te sentías tan nostalgica. Ese muchacho, que solo conocías hace pocas horas era muy amigable contigo, al igual que Ellen. Pensaste que este iba a ser un buen comienzo en Liverpool.
Llegaron a la puerta de tu casa, devolviste a George su abrigo...
"Espera, conservalo, asi tendré una excusa para volver a verte. Que descanses (tn), nos veremos, pronto espero"
"Adios George, ¡y gracias!" Entraste y subiste en silencio a tu habitación. Tomaste el abrigo de George, lo estrechaste entre tus brazos, podías sentir su aroma, como cuando bailaron ese lento... se sentía tan bien. Y te fuiste a dormir.



Continuará...

Capítulo 3

Esa noche cenaste y te acostaste, estabas agotada de tanto caminar. A la mañana siguiente terminaste de desempacar y guardar tu ropa.
No sabías que ponerte esa noche, jamás fuiste a un concierto. Al final elegiste un vestido liso azul que te quedaba muy bien, unos zapatos de tacón negros y un collar al tono. Casi a las 8 ya estabas lista, bajaste y les contaste a tus padres sobre Ellen, sobre el concierto. Ellos estaban felices de que ya estuvieras haciendo amigos.
A las 8 y media puntual sonó el timbre de tu casa. Era Ellen.
"¡Vamos! ¡Apresurate!, mi hermano está en frente con el auto, compramos tu entrada" dijo Ellen, se la notaba ansiosa.
"Oh, de acuerdo, vamos", la ansiedad de Ellen comenzaba a proyectarse en ti. Por lo menos pudiste aliviarte al ver que ella tambien estaba usando un vestido con flores rojas y zapatos rojos, lo que hacía resaltar su cabello rubio y sus ojos azules. Se veía muy bonita.
Subieron al auto, Ellen te presentó a su hermano Joe y a su novia Sally. Ella era de la misma edad que tu. Preguntaste quienes eran estos jovenes músicos que iban a ver.
"¿No has oído de ellos? Son muy famosos por aquí. Se llaman los Beatles. Yo conosco a dos de ellos de cuando eramos pequeños, a John y a George, los sigo desde que eran los Quarrymen" dijo Joe.
"No estoy muy familiarizada con la música de por aquí" dijiste tímidamente.
Llegaron a Mathew Street e hicieron la fila, las mujeres por un lado y los varones por el otro. Luego de media hora lograron entrar. Una pequeña banda estaba tocando, el sonido era abrumador. Escucharon dos temas y la banda se despidió. Entonces el presentador del bar tomó el micrófono y dijo "bueno muchachos, y especialmente muchachas (ellas auyaron), para ustedes, los chicos especiales de The Cavern... LOS BEATLES!!", los gritos fueron aún más altos. Por suerte, gracias a que Joe conocía a gente del bar, pudieron situarse bien cerca del escenario.
Cuatro muchachos de tu edad entraron saludando con sus manos. No podías oír nada. Llevaban trajes negros y botas, se veían risueños. Cada uno tomó un instrumento y comenzaron a tocar. Jamás habías oído ninguno de sus temas, pero todos ellos te encantaron .Comenzaron con I Wanna Hold Your Hand y todos explotaron. Las chicas bailaban como locas. Ellen no dejaba de mirar a uno de los chicos de la banda. No podías darte cuenta de quién se trataba. Tocaron más de una hora y te pareció lo más genial que habías vivido. Ellos se despidieron y ustedes cuatro salieron. 
"Oigan, vayamos a saludarlos, quizá nos inviten a ir a algún otro pub con ellos, o quizá a alguna fiesta en alguna casa" dijo Joe. Ellen comenzó a acomodarse el pelo, se retocó apenas el color de los labios con un espejito de mano y te dijo "me gusta uno de ellos, ¿sabes?, el es muy bueno conmigo, pero no estoy segura de lo que sienta por mi, lo conosco hace tiempo..." se sonrojó ligeramente.
"Vaya, ¿y cuál es su nombre?"
"John... John Lennon. Ay Dios, siempre me hace reir. Temo quedar como tonta con el. Dicen que es medio... picaflor. Pero a mi me vuelve loca".
Reiste por dentro. A ti te parecieron de lo más normales. Además, con tanto ruido y luces no pudiste apreciarlos detenidamente. 
Dieron la vuelta a la manzana y entraron por una pequeña puerta. Joe le hizo una seña al cuidador y pudieron entrar al camerino. Allí estaban ellos.
"¡Hey chicos! Sonaron fantásticos, las chicas murieron por ustedes" dijo Joe con una sonrisa complice.
"Jaja, es extraño, cuando no estamos tocando no son tan efusivas" dijo uno de ellos.
"Hola John" dijo timidamente Ellen.
"Hola pequeña Ellen, luces genial" dijo John. El sí que no era tímido.
Los demás saludaron a Ellen y Sally amablemente. A ti no te conocían. Joe se disculpó por la falta de educación y procedió a presentarte.
"Muchachos, esta es (tn), es nueva en Liverpool, es amiga de mi hermana".
"Hola (tn), yo soy John, el es Paul, el Ringo y este flacucho de aquí es George".
"Oye... ya tenías que ser tú John" dijo George. Lo miraste a los ojos. Por los trajes y el cabello los cuatro lucían iguales. Pero eran diferentes. Muy diferentes.
"¿Qué van a hacer ahora? ¿Quieren ir al pub de aquí en frente? Nos quedaremos ahi el resto de la noche" dijo Ringo. Aceptaron y fueron con ellos.



Continuará...

Capítulo 2

18:48 Publicado por Pia 0 comentarios
Cuando, mientras cerrabas la puerta con llave sentiste que alguien te llamaba.
"Hey, hey tu, vecina nueva". Volteaste, era una chica más o menos de tu edad, con el cabello rubio, largo, y muchas pecas.
"Oh... hola... ¿Cómo estás?" dijiste, con la voz entrecortada por los nervios del repentino encuentro.
"¡Hola! estuve viendo, te acabas de mudar. Mi nombre es Ellen, ¿Cómo te llamas?".
"Me llamo (tn), si, llegamos aquí hoy, mi padre obtuvo un trabajo en una fábrica de aquí, justo estaba saliendo a recorrer este... este... pueblo. Nunca estuve aquí".
"Ah, no te vas a encontrar con nada muy emocionante, aunque los pubs son geniales, pero no podrás conocerlos a esta hora jeje" dijo Ellen, te miraba con ojos sinceros. Pensaste que probablemente iban a terminar siendo buenas amigas, después de todo tuvo la gentileza de venir a saludarte, y era tu vecina. Pensaste en que sería lindo si la invitaras a acompañarte.
"Oye, si no estás ocupada puedes acompañarme, después de todo tu conoces bien el lugar jaja".
"Como la palma de mi mano jaja, de acuerdo, ¡vamos!"
Comenzaron a caminar por tu calle hasta llegar al centro. Ellen tenía 20, tenía un hermano mayor de 22, vivía con el y sus padres. Tu le contaste de tu ciudad, de tus amigos, y de lo raro que te parecía estar viviendo allí. Hicieron migas desde el principio, Ellen era una chica muy simpática y con una gran personalidad. 
Llegando al centro de Liverpool tomaron un helado, y mientras seguían recorriendo llegaron a una estrecha calle llamada Mathew Street. Ellen te habló del Cavern Club, un pub local donde se presentaban las jovenes bandas. Te pareció interesante saberlo, ya que nunca ibas a los pequeños conciertos de tu ciudad.
Llegaron a tu casa otra vez, ya era casi la noche. Te despediste de Ellen, le diste el número de teléfono de tu casa para mantenerse en contacto. Le pediste que si se enteraba de algún trabajo por ahí que te avisara.
Cuando estabas por abrir la puerta, Ellen vuelve sobre sus tobillos y te dice "Hey (tn) sabes, mañana por la noche tocarán unos amigos de mi hermano en el Cavern, yo iré con el y su novia, ¿Quieres venir?".
"Oh... ¿estás segura de que está bien que vaya?" la repentina proposición te ponía nerviosa, pero no tenías nada más que hacer esa noche, asi que accediste.
"Bueno, entonces pasamos por ti mañana a las 8 y media, ¡adios!", Ellen cruzó de calle.
"¡Adiós Ellen, y gracias!", dijiste mientras entrabas a casa.



Continuará...

Capítulo 1

18:29 Publicado por Pia 0 comentarios
"¡Qué espléndido día!" piensas mientras te levantas de la cama. El dorado sol entra por tu ventana e ilumina toda la habitación. Te vistes, te lavas los dientes y bajas al comedor. Es sábado por la mañana.
Tus padres te están esperando abajo, por la expresion en sus caras parecía que estuvieron esperando largo rato a que bajaras. Mientras tu madre te sirve el té, te dice que tienen que hablar contigo. No tienes idea sobre qué. La expresión seria de sus caras te hace pensar que quizá hiciste algo malo. Pero en el fondo sabes que no puede ser.
"Me han ofrecido un mejor puesto de trabajo" dice tu padre. Te alegras por eso, hace tiempo que el estaba esperando ese ascenso. Pero... la expresión seria seguía en sus rostros. Eso te preocupaba. Preguntas por qué no estaban tan alegres como tú.
"Porque el ascenso que me han ofrecido... es fuera de esta ciudad" dice tu padre, con el seño fruncido.
"Pero... ¿cómo haremos para verte? No me gustaría tenerte en casa solo los fines de semana".
"Con respecto a eso, estuvimos pensando con tu padre, que como ya eres una jovencita de 19 años, podrías venir con nosotros a esta nueva ciudad, es pequeña, así que no tendrás problema para conseguir un empleo, y estudiar lo que quisieses", dijo tu madre.
"Pero... ¿Qué hay de mis amigos? ¿De mi vida aquí?, yo no me puedo ir, no me quiero ir", casi se te saltaban las lágrimas del enojo.
"Creo (tn), que esto es una desición tomada. No te lo dijimos antes para evitar precisamente esto. Debes madurar, además, puedes venir a visitar a tus amigos cuando lo desees, creo que esta es una oportunidad que no podemos desaprovechar", tu padre se escuchaba firmemente convencido.
"Pero, pero..." 
"Nos iremos el lunes por la mañana... un camión llevará nuestros muebles, te aconsejo que vayas empacando tus cosas y tu ropa".
"¡¿Y dónde es esta grandiosa pequeña ciudad que salvará nuestras vidas?!" gritaste, todavía no podías creerlo.
"Es Liverpool, en Merseyside, al Noroeste. No estés triste, ya verás que te acostumbrarás en seguida, siempre fuiste muy sociable... será como empezar de nuevo" dijo tu madre, y luego te abrazó fuertemente. Seguías dolida... no dijiste nada. Solo te limitaste a subir a tu habitación a empacar. Mientras guardabas tu anuario y las fotos de tus amigos soltaste algunas lágrimas... ibas a extrañarlos muchísimo. 
Ese fin de semana estuvo inundado de muchas emociones. Te despediste de tus amigos y prometiste venir a visitarlos pronto. Ellos estaban igual de extrañados que tu, pero te desearon la mejor suerte, y te dieron algunos regalos. Ese lunes temprano el camión se llevó sus muebles, y tu y tus padres partieron hacia Liverpool en el auto. No dijiste una sola palabra en todo el camino.
Llegaron a una pequeña casa en la calle Macket's Lane. Era casi del mismo tamaño que tu otra casa, pero aun así se veía pequeña desde fuera. Por suerte te dieron la única habitación del primer piso, con vista a la calle, no podías pedir mas.
Dejaste tus maletas sobre el piso, y luego de que acomodaran la mayoría de los muebles tus padres te dieron el día libre para recorrer el lugar.  Decidiste recorrer el pequeño suburbio y luego quizá ir al centro en Penny Lane.
Tomaste tu chaqueta y saliste, cuando...


Continuará...