Trataste de dormir pero te fue imposible. Las dudas era demasiadas, y todo había pasado muy rápido...

A la mañana siguiente llamaste a casa de Ellen para ver como estaba.

"Ellen... ¿Cómo te sientes?"

"Fatal. Joe no me dirige la palabra, sigue muy ofendido. De John no sé nada... pero no quiero verlo, besó a otra chica, y aunque me duela, no quiero estar mas con él."

"Quizá fue todo un malentendido, el estaba ebrio."

"No me interesa, de todos modos estaba ebrio. No quiero estar con un muchacho que se comporte así. En serio me siento desepcionada".

Sus palabras fueron rotundas. Pensaste que seguramente eran fruto de su enojo, y si John le pedía perdón y le explicaba las cosas, seguro lo perdonaría. Ellen estaba sola en casa, y como tenías el dia libre, irías a visitarla, y llevarle algo dulce para animarla.

Saliste de tu casa, y desidiste pasar por la panadería, a unas calles de allí. Querías comprar unos cupcakes para tomar el té con Ellen. Al llegar viste que no estaba muy llena, solo había una persona. Y esa persona... era Ringo.

"Hola Ringo, ¿Cómo estás?" De repente te acordaste del misterioso chico de la noche anterior.

"Ho... Hola (tn). Estoy bien, gracias. ¿Sabes algo de Ellen y Joe?" estaba ligeramente sonrojado.

"Justamente iba a casa de ella. Joe sigue de mal humor. Ellen tampoco se siente bien". Compraste unos cupcakes super tiernos de color rosa. Ringo se quedó hasta que los envolvieron. Se ofreció a acompañarte hasta de lo Ellen, ya que el iba hacia esa dirección. Notaste que estaba un poco nervioso.

"Valla noche la de anoche, ¿eh?" comentó.

"Totalmente agitada. Y, ya que lo mencionas, no te ví, seguro estabas tan bien disfrazado que no te reconocí jaja"

"Mmm... yo si te vi a tí, estabas de violeta", le costaba mirarte a los ojos.

"¿Y de color estabas tú vestido?" creías entender todo ya...

"¿Yo? Estaba de gris" miraba al piso. Tu ya sabías por qué.

Era obvio, ¡era el! el muchacho que te miraba cuando estabas parada junto a la mesa. Entonces... era el el que había besado tu mejilla en la oscuridad.

"Ringo... cuando se cortó la luz, tu..:"

"En serio, disculpame, no puede resistirme..."

"Pero, yo te vi con una chica, cuando viniste a comprar helado"

"Ah... esa... es mi prima, Angela, está de visita por un tiempo. En serio, me pasé de la raya, tu estás con George, vi como se besaron cuando el llegó. Se gustan, lo entiendo. No volverá a suceder"

Era como si el caparazón de timidez de Ringo se quebrara. Sus ojos coincidieron con los tuyos. Te miraba como pidiendo que reconsideraras lo tuyo con George. Esos ojos eran impresionantes, claros como el cielo azul. Tomó tu mano...

"Pero es verdad, si me gustas. Por eso, cuando estabas sola aquella noche en la mesa del pub quería estar contigo, quería ser yo quién te llevara a casa. Quizá hoy las cosas serían de otro modo..."

Sus palabras eran sinceras. Solo podías pensar en esa noche. En la primera vez que lo viste. En sus momentos a solas junto al lago. En el beso tibio en la oscuridad... tan cerca de tus labios...

"Pero... yo estoy en algo con George. Nos gustamos... y sería justo para el tampoco"

"Lo sé, y lo entiendo. El siempre tuvo mejor suerte que yo para estas cosas. Yo soy muy tímido, soy un tonto... Disculpame de nuevo por lo de anoche. No quiero confundirte"

"No eres tonto Ringo, es que..."

"Te pido, entonces, que esto quede entre nosotros, no quiero problemas con mi amigo, ni que tu los tengas con el por mi culpa"

Llegaron hasta la puerta de la casa de Ellen. Lamentablemente, ya estabas algo confundida. Lo saludaste, y tocaste el timbre.

"Adios Ringo"

"Adios (tn), y perdón de nuevo... por ya sabes..."

Llegaste y Ellen estaba sola en casa. Hablaron largo y tendido sobre la noche anterior. Le contaste todo lo sucedido con Ringo, que te hacía sentir un poco mal, pero a ti te gustaba George. Dejaste en claro eso, pero aún así Ringo saba vueltas en tu cabeza. Ellen te dijo que trataras de no estar donde Ringo estuviera, y menos junto a George, ya que era un chico muy sensible. Tu ciertamente no querías lastimarlo. Le preguntaste si consideraría perdonar a John. Entonces sonó el timbre. Ellen y tu bajaron a ver quién era. Para su sorpresa era John, con una rosa en la mano.

"Oh, Ellen, mi vida, que buena que eres tu la que abre la puerta. Joe debe seguir super enfadado, y tiene razón." dijo John, parecía muy amargado. Ellen amagó a cerrarle la puerta en la cara, pero el interpuso su pie.

"Escuchame, solo dame 5 minutos."

"Solo 5 minutos" dijo Ellen con tono serio.

"Anoche tomé de mas, y llegué tarde. Esta muchacha se me acercó y comenzó a decirme que era fan de la banda, que yo era el que más le gustaba de los cuatro, y al ver que yo no respondía de mi, me besó... disculpame, yo te quiero a ti. Estos días han sido incomparables. Se que fue un error grande, pero no quiero estar sin ti. Quiero enmendar esto." Y le dio la rosa que tenia en sus manos. 

Ellen se veía molesta, y tiró la rosa sobre una mesita junto a la puerta.

"Escuchame, yo no estoy segura de que esta chica haya ido a besarte sin más ni más, y de todos modos no tenías por qué llegar ebrio. Lo pensaré, pero no te hagas ilusiones" y ahí si le dió un portazo en la cara. Sí que tenía carácter fuerte. En ese instante llegaba Joe con Sally. Ellen y tu miraban por la ventana. Pensaste que John iba a recibir una paliza de nuevo. Pero, para tu sorpresa, ambos muchachos hablaron tranquilamente. Al fin y al cabo, eran amigos desde chicos. John se disculpó, y explicó lo mismo que le había dicho a Ellen. Joe aceptó sus disculpas, pero le dijo que si iba a seguir comportandose de ese modo, que se mantuviera alejado de su hermana.

"¿Sigues enojada con él, cómo para no perdonarlo?" preguntaste.

Ellen recogió la rosa de la mesa, y la apretó contra su pecho.

"En serio quiero a John, siempre lo quise... pero pensé que iba a ser de otro modo conmigo. El siempre ha hecho este tipo de cosas con todas las muchachas con las que ha estado. Pero a mi me prometió otra cosa... y pensé que iba a ser verdad..." Y una lágrima rodó por su mejilla. La abrazaste, nunca habías abrazado a Ellen. Ella te devolvió el abrazo con ternura.

"Gracias (tn), eres una buena amiga". Te sorprendió como llegaste a querer a esta chica en tan pocos días, y considerarla tu amiga. Ella te dijo que podías contar con ella pase lo que pase, y que apreciaba tu compañía.

Y tu prometiste siempre estar ahí para ella.

Continuará...