El dia siguiente transcurrió tranquilo. Volvieron a la playa, si bien Paul insistió en ir a lo de Emily, a nadie le caía lo suficientemente bien como para aceptar la invitación. Aunque no se lo dijeron, parecían llevarse bastante bien. En vez de eso volvieron al lugar de siempre. Todos, excepto Ringo y Paul, quienes irían a traer a sus chicas; y Joe y Sally, quienes tenían planes a solas.
La playa estaba aún más desierta que de costumbre, la temporada alta ya estaba terminando. Al día siguiente, por la tarde, estarían regresando a sus hogares. Trataste de grabar cada pequeño momento vivido allí en tu retina. Probablemente no volverías hasta dentro de un año. Miraste el mar, sumamente azul, un poco encrespado. Sentiste la arena en tus pies, que iba engrosándose a medida que te acercabas al mar. La cálida brisa rozaba tus mejillas y tus hombros, despeinando levemente tu pelo, la sal del mar perfumaba todo el ambiente. Dejaste tus cosas junto a las de los demás, y te acercaste sola a la orilla. El mar mojaba tus pies, alibiando la quemazón de la arena. Pensabas en todo lo que te había sucedido en esos días lejos de tu casa. Se te cruzaban imágenes de George, sus besos, su dulzura. Las luces de la noche, el sonido de guitarras, canciones. Los frescos chapuzones bajo las olas, las risas. Las palabras de Ringo te nublaron levemente el corazón. Recordaste sus ojos enojados, eran sumamente expresivos. Su tono de voz lleno de resentimiento, que te hería como un puñal. Viste sus ojos reflejados en el azul del mar... los recordaste al borde de las lágrimas que tanto le costaban contener. Pensaste en Seth, pero no con miedo, sino con cautela. Sabías que tenías amigos y un novio que cuidaban de ti. De repente George volvió a tu mente, su aroma, su suave piel... Sus ojos negros reverdecidos por el reflejo de los árboles, la arena en su pelo. Su suave voz en tus oidos cuando hicieron el amor... Sentiste su boca besando tu cuello, pero no era un recuerdo. George estaba detrás de ti, abrazandote por la espalda.
"¿En qué piensas?" murmuró.
"Estaba repasando las vacaciones, es prácticamente el último día..." miles de imágenes revoloteaban en tu cabeza.
"Descuida, ya volveremos..."
"¿Ya están amargados?" John los interrumpió. "¡Todavía no nos hemos ido!" tenía la habilidad de con solo tres palabras levantarles el ánimo.
Aprovecharon la soledad de la playa para jugar una carrera hasta el agua. John era muy tramposo, tiró a Ellen al piso, y fue por George. Le costó pero al fin también le puso un tacle. Tu ya estabas muy adelantada, cuando lo sentiste correr tras de ti. Casi te toma por la cintura, pero le ganaste y llegaste primero al agua. Te sumergiste bajo la primer ola. Extendiste todo tu cuerpo bajo el agua, dejaste que la corriente te traspasara. Fue muy liberador. Querías dejar todos los rencores, todos los momentos malos atrás, siendo arrastrados fuera de ti. Después de todo, estabas con quién querías estar, tu amor, y dos de tus grandes amigos.
Se divirtieron y rieron como siempre, John no aceptaba que había jugado sucio. Salieron a tomar un poco de sol y secarse. Se recostaron con sus toallas en circulo.
"Ringo y Paul ya deben estar por venir..." dijo George mirando su reloj.
"Uff... si es así, mejor que se queden besuqueandose en la casa" Ellen se oyó molesta.
"Vaaamos, ¿y perdernos del placer de ver a Ringo fusionarse con Amanda?" dijo John entre risotadas. "¿Te lo imaginas? Quedaría una chica bajita, narizona, y dos veces más torpe que Ringo. Y nos olvidemos de la querida Emily 'no me toques el cabello', jaja"
"No sean tan malos... por lo menos ellos están contentos..." tratabas de conciliar las cosas, aunque te morías de la risa.
"No sé si Paul está tan contento, Emily es poco... falsa" George miró para abajo. "Y el no es tonto, solo buen tipo"
"Por lo menos Ringo es feliz. Y tiene la boca ocupada, no tenemos que escucharlo quejarse por todo" John bajó el tono de voz. "Shh, ahi viene, actúen casual".
"Hey, ¿Qué hacen?" saludó Paul.
"Mmm, pues tu sabes, siendo casuales, aquí en playa... qué casualidad que lleguen en este momento" John siempre tan irónico.
Emily los saludó y se recostaron en el círculo con ustedes. Reinó un silencio incómodo, no tenían mucho tema de conversación con ella. Ringo aún no llegaba. Pasaban los minutos sin nada que decir.
"Asi que... ya mañana regresamos" al fin Paul habló. Sonó cabizbajo.
"Pues si, de vuelta la vida real" dijo George.
"A las obligaciones, a la universidad..." Ellen sonaba seria. "Y ustedes a ensayar, a ver si al fin llegan al estrellato"
"Sabes que lo haremos" dijo John desafiante, y la besó en los labios. Al ver esto, George te besó a ti. Sus labios sabían a miel...
Emily besó a Paul, para no ser menos, y pellizcó su mejilla. Era obvio que a el no le hacía mucha gracia eso.
"En un par de dias estaré allí en Liverpool yo tambien. Comenzaré a estudiar diseño de modas" Emily soltó una risita. "Podremos pasar mucho mas tiempo juntos..." puso ojos sexys, Paul se sonrojó.
En ese instante llegaron Ringo y Amanda. La camisa de Ringo estaba abotonada como a las apuradas, y tenía marcas en su cuello. No una, varias marcas. Se veía muy vulgar, y tonto. Se aguantaron las ganas de reírsele, el se creería tan genial teniendo a Amanda poco más babeandosele encima. Pero nadie dijo nada.
El resto de la tarde transucurrió tranquila. George, Ellen, John y tu volvieron una vez más al mar, quizá por última vez ese verano. Al salir Ringo, Paul y las muchachas se habían ido.
Se secaron, tomaron sus cosas y comenzaron a caminar a casa. Pasaron por una heladería en el camino y tomaron helado. Recordaste que aún te quedaban unos días de trabajo en la heladería cuando regresaran, aunque no te molestaba, era un lindo trabajo.
Esa noche era la última presentación de los muchachos, lo que los ponía felices, ya estaban un poco cansados, si bien eran sus vacaciones, en Liverpool solo tocaban una vez por semana, o cada dos.
Subieron cada uno a su habitación para alistarse. Te pusiste el vestido rojo una vez más, pero esta vez George se quedó contigo hasta que terminaste de arreglarte, no tenían apuro.
"Ay... no ese vestido... creo que tendré que tocar con los ojos cerrados" dijo acercándose a ti. "No podré ver a nadie más..." arqueó sus cejas, era tan sexy. Te tomó en sus brazos, y te besó profundamente, casi hasta dejarte sin aliento. Te volvió a poner en el piso, y te acorraló contra la pared. Te siguió besando el cuello... era tu punto débil. Sus manos recorrían tu cuerpo suavemente. Rozabas sus brazos, con sus músculos tensionados. En un momento te detuviste. Si seguían así, quién sabe dónde podrían terminar. No era el momento, había que irse a tocar.
Bajaron a la sala de estar, Ringo ya estaba allí, listo. Paul llegó un poco después. Lo siguieron John y Emily, y Joe y Sally, quienes se veían por demás curiosos. Cruzaban miradas cómplices a cada momento, pero nadie preguntó nada. Fueron todos juntos en la camioneta de Paul. Cantaron y rieron como nunca, querían divertirse lo más posible en esa última noche. Hasta Ringo lucía más feliz, haciendo ritmos con sus baquetas contra el aciento del acompañante. Lo miraste por unos segundos, como agitaba su melena, sus brazos... era lindo, definitivamente.
Llegaron al mismo bar de la noche anterior, y los muchachos se fueron tras bastidores. Ellen y tu pidieron unos tragos, pero ella te ayudó a traerlos de nuevo a la mesa. Para su tranquilidad, Seth no estaba en ninguna parte. Seguro Paul había hablado con Emily, y ella con su hermano. Se lo agradecerías más tarde.
El presentador los introdujo, y dijo que sería su última noche en Brighton. Las chicas se volvieron locas. Una incluso quiso subirse al escenario, y casi toma a John por un tobillo. Ellen se contuvo de no ir a atacarla, a ti te causaba mucha gracia. Suponías que en algún momento eso iba a ser normal, que las chicas iban a querer estar con ellos. Pero tu sabías que George solo tenía ojos para ti.
Tocaron temas movidos, todos bailaban como locas. Tu con Ellen, y Joe y Sally, quienes lucían especialmente felices. Emily y Amanda llegaron un poco más tarde, pero no bailaron tan animadamente, sino que se limitaron a hacer ojitos. Varias chicas las miraban mal, seguro sabían que estaban con Ringo y Paul. Además estaban muy arregladas, como de costumbre, con muchos brillos y maquillaje.
George y Paul bajaron primero. Paul llegó hasta donde estaba Emily, y ella lo saludó con un beso en la mejilla. Lo tomó de la mano, y lo alejó hasta el otro lado del bar. Te sorprendió que dejara a Amanda sola.
Geo te saludó con un tierno beso en los labios.
"Voy por algo para tomar, ya regreso" dijo, acariciando tu mano.
Al ver a Amanda sola, te acercaste para hacerle compañía. Al fin y al cabo, nunca habías hablado con ella.
"Hola", la saludaste un poco fuerte, la música estaba alta.
"Ah... hola." dijo sin mirarte.
"Ringo ya debe estar por bajar" trataste de sonar amable.
"Eso espero, quiero irme de aquí, disfrutar mi última noche con el... ¿Quién sabe cuándo nos volveremos a ver?" seguía sin mirarte. Solo observaba la puerta que daba al escenario, a ver cuándo volvería Ringo.
"Puedes ir a visitarlo cuando quieras. Seguro a el le encantará, seve que ustedes se llevan... bien" tratabas de discimular que no te gustaba que no te mirara al hablar.
"Ay si, seguro que iré. No dejaré que ninguna otra tonta ponga sus manos sobre mi Rin Rin... y menos cuando se haga famoso" acentuó la última palabra.
"¿Famoso? Bah, seguirá siendo el mismo Ringo..." ya sabías cuales eran sus intenciones.
"Puede que si, es lo de menos... se volverá más atractivo para otras mujeres. Y todos hablarán de el... y de su novia. La cual seré yo, obviamente..."
La dejaste hablando ahi sola. Agradecías que no viviera en Liverpool, era obvio que era solo una oportunista, solo buscaba fama. Al poco rato George volvió y te quedaste con el. Ringo y John bajaron, habían estado guardando los instrumentos. Ellen y el se quedaron con ustedes bailando y charlando un largo rato. Ringo, Paul y sus chicas se fueron más temprano, seguro a disfrutar su última noche.
El bar comenzó a quedar vacío antes de lo acostumbrado, y tanto Joe, Sally y ustedes regresaron juntos a casa. Paul se había llevado la camioneta, asi que volvieron caminando. No era una gran distancia, y la noche era agradable. Joe y Sally seguían igual de complices que antes, caminado abrazados. Aunque no dijeron nada.
"Esto si que es genial. Paulie cambió a sus seis amigos por un maniquí con peluca" dijo John, todos rieron.
"Se nota que te cae bien..." opinó Joe.
"¿A ti si? Hay que ser ciego para no darse cuenta de que solo los quieren por ser músicos..." todos asintieron.
"Estuve charlando un poco con Amanda esta noche... y en efecto, es así. Ella solo quiere a Ringo porque otras chicas tambien les parece atractivo. No porque vea algo especial en el." te hacía sentir bien saber que no eras la única en notarlo.
"Bueno, pero no podemos hacer nada" dijo George serio. "Ellos deben descubrirlo por si solos..."
"Creo que es lo mejor, de los golpes de aprende. Aunque si los llegan a lastimar demasiado, se las verán conmigo" dijo Ellen burlona.
"¿Tú y cual ejército? jaja" John se burló.
Llegaron a la casa y todos se fueron a dormir. Estaban cansados, y mañana era la última tarde, al caer el sol estarían regresando.
George se acostó junto a ti, y comenzó a besarte. Tu lo seguiste, el guiaba tus manos... se entretuvieron un rato, y se quedaron dormidos entrelazados. A la mañana siguiente todos amanecieron casi a la hora del almuerzo. Como era el último dia, decidieron pasarlo todos juntos. La buena noticia era que Emily y Amanda no los acompañarían, pero todos discimularon sus caras de alegría.
Para variar, prepararon un gran almuerzo en la casa. Los chicos compraron lechugas y tomatas. Las chicas y tu cocinaron hamburguesas y las prepararon. Se sentaron todos al rededor de una gran mesa que había en el patio. Comieron con voracidad al principio, contaron chistes, todos estaban realmente felices. En un momento, Joe se puso de pie, y golpeó su vaso con un tenedor un par de veces.
"Amigos... amigos, Sally y yo tenemos algo importante que contarles, ahora que estamos todos juntos" se miraron entre si, Sally casi explotaba de emoción.
"Bueno..." prosiguió. "Como ya saben, nosotros hemos estados juntos desde hace mucho tiempo ya. Y gracias al consejo de mis amigos, he decido tirarme a la pileta..." no tenías bien en claro a dónde quería llegar.
"Es decir, yo sé que si me arrojo a la pileta, Sally estará allí para recibirme. Lo que estoy tratando de decir, es que anoche le propuse matrimonio..." rasco su cabeza.
"Aaaaaaaaaaw" dijeron tú, Ellen y John al unísono.
"¡Y he dicho que si!" saltó Sally, super feliz, mostrando un delicado anillo con un brillante. Todos los abrazaron cariñosamente y los felicitaron, era algo maravilloso. Brindaron en grupo, y salpicaron para todos lados. Ellen lucía orgullosa, abrazó a su hermano y besó a su cuñada en la mejilla.
Se quedaron en casa esa tarde, acomodando sus maletas, los instrumentos y limpiando un poco. Los chicos bajaron a guardar las guitarras y la batería en el remolque de Joe. Tu quedaste sola en la habitación que compartiste con George, acomodaste un poco, limpiaste y ordenaste. Te sentaste en el borde de la cama, tenías una camisa de el entre tus manos, la habías encontrado por error entre tus cosas. Sentiste su aroma, el cual nunca ibas a olvidar, realmente lo amabas... Entonces entró a la habitación, como en cámara lenta. Te tomó de la mano, te puso de pie y te besó.
"Solo subí para besarte de nuevo... te extrañaba" George tenía chispitas en los ojos.
"Ay, Geo... te amo" sentías que el corazón se te hacía más grande cada vez que lo decías.
"Yo tambien mi amor, más de lo que te puedo explicar... ¿Esa es mi camisa? jaja"
"Si jaja... había quedado entre mis cosas" ambos rieron.
George bajó de nuevo, y poco a poco quedó todo acomodado. Cerraron la casa y devolvieron la llave al casero. Sally y Joe volvieron en el auto, como habían ido, y los muchachos y tu en la camioneta. Pero el ánimo era completamente diferente al de una semana atrás. Todos estaban felices, riendo, haciendo chistes y cantando. Incluso Ringo, quizá porque ahora tenía a Amanda. Aunque te molestara como era ella, por lo menos Ringo estaba más contento.
Dieron una última despedida a Brighton cuando estaban saliendo del pueblo. Todos contemplaron las playas por la ventanilla por última vez en ese año.
Era hora de bajar al mundo real, pero tenías a tus amigos, con quién habías reforzado tu amistad en esos hermosos días, y a tu novio, a quién amabas demasiado.
Continuará...
22 de agosto de 2010, 12:31 Este comentario ha sido eliminado por el autor.
22 de agosto de 2010, 14:00 Este comentario ha sido eliminado por el autor.
22 de agosto de 2010, 14:01
Si, me confundí de nuevo jeje, gracias !!
22 de agosto de 2010, 15:47
waa genial mel capitulo! *O* escribes muy bien n.n
22 de agosto de 2010, 15:58
Jaja me hacen entusiasmar, capaz suba el otro hoy :P